La propuesta curricular del programa de Tecnología en Desarrollo de Software está orientada por tres aspectos teóricos que a su vez son sus líneas de acción como soporte académico, histórico, empresarial y de proyección local y global.
Ciencias básicas
Las ciencias básicas son el componente académico que se encarga de la formación del pensamiento científico para entrar en el terreno de la modelación, la categorización sistemática a través de teorías que están soportadas en la geometría, el álgebra, la estadística y el cálculo como representantes de un conocimiento milenario que aporta en estrategias y conocimiento específico en la solución de problemas en los que desde una observación del fenómeno informático proveen metodologías y teorías para la solución de problemas y su respectiva sistematización. La geometría ofrece conocimientos que favorecen la representación visual del conocimiento a partir de una base teórica que se fundamenta sobre las formas y sus posibilidades de interactuar en coherencia lógica. El álgebra soporta los escenarios de variación fundamentales para la modelización de problemas estructurados desde procedimientos funcionales hasta arquitecturas lógicas que posibilitan en la construcción de sistemas de módulos para la toma de decisiones. El cálculo infinitesimal es la columna vertebral de los análisis que reportan tendencias y que generan conocimientos específicos desde conjuntos de datos que se comportan de manera continua y que su conocimiento reporta nuevas formas de resolver problemas. La estadística como área que además de tratar sobre la recolección y representación de datos, también contempla su análisis y va hasta la reflexión acerca de la incertidumbre en un espacio basado en la toma de decisiones.
Ciencias de la Computación
Las ciencias de la computación se han desarrollado a partir de las ciencias básicas y son depositarias de todos sus conocimientos, por lo tanto muchos problemas resueltos en unas corresponden a conocimientos de las otras y viceversa. Haciendo énfasis en las matemáticas discretas. Las ciencias de la computación están enmarcadas por el conocimiento de la modelación de problemas algorítmicos para obtener soluciones prácticas a través de lenguajes de programación configurados mediante paradigmas y modelos computacionales que atienden necesidades propias de la aplicación del conocimiento computacional en herramientas de cómputo con las cuales se sistematiza y automatiza el tratamiento de la información. Este panorama teórico pasa por los conocimientos básicos de algoritmia hasta el análisis de la complejidad para atender cada día problemas más cercanos a la realidad y las necesidades contemporáneas de accesos y uso a la información. Áreas de permanente investigación y desarrollo por cuanto las aplicaciones cada día favorecen las aplicaciones soportadas en estrategias y metodologías atinentes a la inteligencia artificial.
Ingeniería de Software
Desde sus orígenes de la Ingeniería de Software, ésta área de conocimiento trata sobre cómo enfrentar la crisis del software en lo correspondiente al problema de desarrollar nuevo software dado que al crearlo se daban situaciones complejas a la hora de hacer mantenimiento del mismo, quienes lo utilizaban debían saber o conocer de programación, la actualización era un proceso arduo e infructífero al punto de rehacer toda la aplicación, y de la reutilización del software se tenía poco conocimiento. Por eso este conocimiento ha permitido avanzar en la consolidación de proyectos de desarrollo de software desde las maneras de producirlo, individual o colaborativamente, en proporciones industriales a partir de una planeación cada vez más sistematizada y controlada, haciendo que sus productos sean más complejos, pero también más documentados, con la posibilidad de procesar información en máquinas de cómputo sofisticadas y veloces. Estas condiciones han permitido que este campo del saber se vea nutrido por metodologías y paradigmas que soportan el desarrollo de software en su ciclo de producción desde el análisis de requerimientos, el diseño, la producción misma, la validación y su respectiva evolución, mantenimiento y actualización. Dentro de las orientaciones teóricas que inciden en la práctica están los patrones de diseño, la gestión de bases de datos, los enfoques de desarrollo que proveen de conocimiento acerca de la calidad, la adaptabilidad, la detección de errores, la documentación mediante herramientas gráficas con los que desarrollar software se convierte en una labor ingenieril.